Eres hermosa. Eres hermoso. Todos lo sois. Sois partículas de amor, ¿cómo no ibais a ser hermosos? No os dejéis llevar por el personaje que habéis elegido en esta encarnación, él es solo vuestro maestro. Sois amor y el amor no tiene límites. Está en constante expansión y es imposible de cuantificar. Así mismo es imposible expresar con palabras lo mucho que os amamos y esperamos vuestra evolución como humanidad. 

Yo soy Kwan Yin, y quiero que sepas que no debes limitarte a ti mismo, ni siquiera por eso que llamáis karma. Es cierto que existe esta ley, pero hay una ley que está por encima de todas las demás: la ley del Amor. 

Al igual que en los cuentos de hadas un beso de amor verdadero es capaz de romper cualquier hechizo, el amor es capaz de disolver cualquier barrera que tengáis en la Tierra. El karma no es un castigo amado míos, es solo una barrera que vosotros mismos os habéis puesto por no amaros lo suficiente, por no perdonaros… por no tener compasión con el que es igual que tú y se equivoca. 

Es una lástima ver como algunos humanos, seres espirituales y conocedores de esta ley, se quedan atrapados en su propio castigo: en una deuda que creen que tienen que pagar, pero no es así. El amor es grande, infinito, y el amor PERDONA. 

El amor está en Dios, la fuente creadora, es cierto; pero también está en ti. El poder está en Dios, pero también está en ti. Dios ya te ha perdonado, Dios ya te ama incondicionalmente: la parte faltante eres tú. Perdónate y ámate. Obsérvate sin juicios como Dios te ve.  

No sería tan grave que un niño hiciera trampas jugando al parchís, ¿verdad? Aunque no lo creas, lo tuyo tampoco fue tan grave. 

Recuerda siempre que el amor es la llave que abre todas las cerraduras, el agua que hace brotar las semillas, el viento que mueve montañas y el mundo entero.

El amor tiene una energía tan fuerte, tan dulcemente arrolladora… que utilizarlo siempre te dará la victoria: siempre te dará paz y dicha. 

Disuelve el karma con AMOR.

Al habla Kwan Yin, enamorada de los humanos.