Canalización de Sananda
Sobre la abudancia
Canalizado por Irma Fernández
28 agosto 2020
Has pedido ayuda y yo he aparecido. Mi nombre es Jesús, y siempre estoy contigo, o mejor dicho: Estoy en ti.
Quiero que escuches atentamente mis palabras: tú puedes.
Crees que el camino es lento a veces, que todo se complica demasiado, que las pruebas te superan. Querido alumno, querido maestro, ¿aún no has entendido el juego de la vida? ¿Aún no has aprendido a disfrutar de Gaia y de los regalos que cada día te da?
Si no disfrutas la abundancia de la Madre Tierra como base, ¿cómo esperas recibir la abundancia? ¿Desde la escasez? Yo no tuve oro ni grandes riquezas en mi vida en Jerusalén, pero créeme cuando te digo que lo tenía todo.
Nunca me faltó un pedazo de pan para llevarme a la boca, ni un amigo con el que reír, ni un lecho de tierra sobre el cual dormir. Quizás esto te parezca poco, pero yo me sentía como un verdadero rey, reflexionando cada noche bajo el manto estrellado. Un rey disfrutando del reino de la vida, y así te debes ver tú también.
Sólo por estar aquí tienes derecho a disfrutar, si no, sería como pagar la entrada en un restaurante buffet y no tomar nada. Es verdad que vuestra sociedad lo ha complicado todo un poco, pero no es excusa: quién quiere disfruta con cosas sencillas.
Ir a pasar el día al río, tomar un descanso a media mañana para salir al sol, admirar la belleza de los árboles, de las estaciones del año, de los ciclos de la vida.
Disfruta de hablar con tus semejantes y descubrir qué parte de ti te están reflejando, de aprender de los niños y de los animales.
¿Acaso crees que viniste aquí para estar encerrado en cuatro paredes veinte horas al día? Deja de temer tanto al mundo, al frío, al calor, al sol, al viento…. y sal a respirar la vida. O múdate a un lugar con mejor clima.
No te hace falta nada más para ser feliz en un instante.
Del Libro "Más allá de la Tierra", texto canalizado por Irma Marset Fernández
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